Brasil fuera del mapa: el encanto de los destinos no masivos

Brasil no es solo samba, multitudes y playas famosas.
Existe otro Brasil —más calmo, más auténtico— donde el tiempo se detiene y cada amanecer parece un secreto compartido entre el mar y la brisa.
Un viaje por el Brasil que se vive despacio, entre arenas suaves, sonrisas locales y caminos que aún no fueron descubiertos por todos.

???? Touros — el punto de partida

A solo 1 hora del aeropuerto de Natal, Touros combina la tranquilidad del nordeste con una infraestructura pensada para familias, parejas y grupos de amigos.
El imponente Vila Galé Touros Resort domina la costa con su propuesta de relax, gastronomía y entretenimiento frente al mar.
El viento sopla constante, el agua brilla turquesa y la calma invita a quedarse.

????? São Miguel do Gostoso — donde sopla la libertad

A 15 km al norte de Touros y a 100 km desde Natal, São Miguel do Gostoso es un destino que vibra al ritmo del viento.
Ideal para los amantes de la naturaleza, el windsurf y el kitesurf, este pequeño poblado costero es un refugio de arena, sol y autenticidad.
No hay grandes resorts, pero sí posadas sobre la playa que garantizan un acceso directo al mar.
El pueblo se recorre a pie, con paseos en buggy o barco, y un ambiente bohemio perfecto para quienes buscan desconectar.
No recomendado para familias, sí para quienes buscan libertad y energía natural.

???? Tamandaré — el sosiego entre selva y mar

A 110 km del aeropuerto de Recife y 51 km de Porto de Galinhas y Maragogi, Tamandaré ofrece un paisaje íntimo: playas angostas, bordeadas por vegetación tropical y aguas calmas de color esmeralda.
No hay hotelería all inclusive ni multitudes; aquí reina la tranquilidad absoluta.
Es un destino ideal para quienes buscan contacto con la naturaleza, lejos del bullicio.
No recomendado para familias con niños pequeños.

???? Santa Cruz Cabrália — historia, mar y serenidad

A menos de 1 hora del aeropuerto de Porto Seguro, Santa Cruz Cabrália combina historia, descanso y buena infraestructura.
Destino apto para todo público, conserva un ritmo tranquilo, pero con la ventaja de estar cerca de Porto Seguro, ideal para salidas, compras o vida nocturna.
La hotelería es de excelente nivel, con acceso directo a la playa.
Recomendado: Campo Bahia Resort, un elegante complejo que une lujo discreto, golf y mar.

???? Caraíva — el fin del camino (y el comienzo de otra forma de vivir)

A 3 horas y media del aeropuerto de Porto Seguro, Caraíva es un destino mágico, fuera del tiempo.
Se llega en canoa, y al pisar su arena lo primero que se siente es libertad:
aquí no hay autos, ni electricidad plena, ni señal constante.
Es un lugar para desconectar de verdad.

Olvidate de los tacos altos, los mocasines y las valijas con rueditas.
En la maleta solo hace falta malla, bermuda y ojotas.
Las calles son de arena, las noches se iluminan con faroles, y el ritmo lo marca el sonido del mar.
La hotelería es rústica, con estilo propio: hostels, posadas y pequeños hoteles con encanto artesanal.
No recomendado para familias, pero perfecto para viajeros curiosos, parejas aventureras y espíritus libres.